La presente página ha sido elaborada y donada por PROF. MARIO ROBERTO MASAYA CASTILLO. con los respectivos agradecimientosespeciales a los siguientes miembros del Claustro del INVAL:
Por facilitar el material histórico:
Prof. Walter Orlando Monge
Prof. José Antonio Romero Véliz
Por su colaboración en algunas fotografías:
Prof. Carlos Rodolfo Méndez Farfán
y a todo el claustro en general por su colaboración y amistad.
Dirección: Km. 2, carretera a Santa María de Jesús, La Antigua Guatemala, Sacatepéquez.
Tel. 5849-5679
Del Realismo Mágico de Hombres de Maíz del guatemalteco Miguel Ángel Asturias, y Cien Años de Soledad del colombiano Gabriel García Márquez, ambos con el Premio Nobel de Literatura, 1967 y 1982; esos muchachos del INVAL presentan, en el Cumpleaños de nuestra Patria, un retazo de vida del mercado de la raza hispanoamericana
Merolicos ofreciendo a pulmón abierto brebajes para los patojos y gente madura que no han conseguido pareja; niños que no han dejado de llorar porque un ladrón se los quiso llevar; señoras que a pesar de los nietos y tataranietos todavía quieren experimentar el cosquilleo en la epidermis por las manos de algún atrevido.
Vendedores de sanitarios portátiles, que no son tazas grandes, sino bacinicas que todavía hoy en día se utilizan en lugares no pensados. Voceadores con la alegría inaudita del gol de Plata contra Brasil. Carniceros exhibiendo chuleta de tacuazín, pecho de taltuza, codillo de mapache, falda de chompipe y buche del hijo de la vaca de San Juan Alotenango.
Regatonas de güicoyes, frijol de Santa María, tomate, ejote, chile pimiento. Gente venida de la costa a ofrecer sandías, melones, lichitas, chichitas, mameyes, coyoles, jocotes marañón, cocos con o sin agua, mangos tiernos o maduros, jocotes de agosto, papayas, piñas de tres por diez quetzales.
Lencería para damas cachondas: cacheteros, tangas: negras, amarillas, negritas o transparentes, para ver cómo le quedó el ojo al muchacho, esa primera vez; fajas, corsé, brassieres, ligas, babydool; y látigo por si son fetichistas. Predicadores vaticinando el fin de los días desde que vieron pasar al judío errante. Mercaderes de discos compactos pirateados, con música sacra o reggaetón, películas clasificación A o triple X, mínimo el Kama Sutra.
Turistas que andan maravillados por la topografía del país, y en gran oleada los que arriban para aprender español en alguna escuela donde los esperan los profesores con la lengua que dejó Tonathiu; fotógrafos, lustradores de zapatos; y los infaltables protagonistas del esperpento, los borrachos, con ganas de probar un buen caldo de huevos con apazote. Agentes del mercado avispados por si miran a alguien que tiene pinta de apropiarse de lo ajeno, o persiguiendo a los vendedores ambulantes.
Peluquero que cuando está con dos o tres en el pecho quita de más, y el cliente que no mira o se hace el desentendido sale silbando directo a ver a la novia.
Cabras con el pastor, ofreciendo leche al pie del animal; algodones de azúcar rosado, sólo de este color, porque los otros son dañinos para la salud.
Perros olisqueando pantorrillas de colegialas que se escaparon del colegio, porque no les gusta quemar cerebro, les cae mal el director, porque a pesar de los remediales, y pese a quien le pese ya se echaron el año. Tres ladrones, dos con expresiones de yo no fui y uno con facciones de malo.
Marrano que escapó del corral porque ya se las olía que esa hora ansiada le llegó. Pasa por entre las manos de los mozos y debajo de las piernas carnosas de la dueña de la casa y de las hijas: morenas, tinajudas, espigadas, risueñas y pícaras.
¡Agarren al animal! Grita el esposo que acaba de llegar de la ciudad. ¡Agárrenlo!, ¡Agárrenlo, muchá!.
¡Feliz cumpleaños Guatemala!
15 de Septiembre, 2009